Arquitectura web

Cuando diseñamos una web desde cero, o cuando tenemos que añadir una nueva sección a nuestra web, tenemos que plantearnos qué contenidos queremos mostrar en nuestra web, cuáles de esos contenidos son más importantes y cómo podemos organizarlos de forma lógica dentro de un árbol web. Si somos capaces de contestar a esas preguntas correctamente conseguiremos una arquitectura web limpia.

Si un usuario busca un contenido en nuestra web y no sabe por dónde empezar o tiene dificultades para encontrarlo, debemos preguntarnos si nuestra estructura es la correcta. Nuestros usuarios tienen que poder sentirse cómodos visitando nuestra web, poder predecir qué van a encontrar al abrir un menú o página en concreto y ser conscientes de en qué parte del proceso de navegación o compra están en cada momento. Si no conseguimos cumplir esas máximas, los usuarios huirán en busca de otra web que les proporcione esa sensación de seguridad y control. Habremos fallado en nuestro diseño, arquitectura y usabilidad.

Pero ahí no termina la importancia de la arquitectura web. Google tiene que ser capaz de entender e interpretar tu web. Si no puede, se marchará a otra web, la leerá y la indexará y rankeará por encima de la tuya. No solo eso, si no que cada vez pasará menos por tu web, ya que cada vez que lo hace se encuentra con una maraña de enlaces y páginas que no entiende y no es capaz de ordenar.

Por lo tanto, crear una arquitectura web lógica permitirá que Google pueda leer toda nuestra web cada vez que la visite e identifique las páginas realmente relevantes para nuestro negocio, lo que evidentemente nos servirá para mejorar el posicionamiento en Google y nuestro tráfico orgánico.